Los campesinos no pueden convertirse en vulnerables jornaleros de sus propias tierras

[24 de October de 2011] NUEVA YORK – “Durante demasiado tiempo, los campesinos se han visto obligados a malvivir de la agricultura de subsistencia e incluso a tener que ceder sus tierras cuando ya no podían hacer frente a las deudas y verse forzados a trabajar en grandes plantaciones bajo unas condiciones de absoluta explotación y precariedad."

"Nuestro fracaso en el intento de ayudar a los pequeños productores a acceder a los mercados, y vivir decentemente de la agricultura, es una de las causas clave del hambre” advierte el Sr. Olivier De Schutter, Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación.

“Debemos empoderar a los pequeños campesinos para que puedan negociar condiciones decentes con los compradores. Además, debemos explorar aquellos modelos empresariales que resulten más inclusivos. Los Gobiernos no pueden rehuir sus responsabilidades en la supervisión de los acuerdos entre campesinos y compradores, muy al contrario, su labor es, entre otras, equipar a los campesinos de los instrumentos que necesiten para participar en la cadena de valores.”

En los últimos años, hemos sido testigos de un aumento vertiginoso de las adquisiciones de tierra a gran escala por parte de inversores extranjeros, los llamados ‘acaparamientos de tierra’, pero poca atención se ha prestado al incremento paralelo de los acuerdos de agricultura por contrato, a través de los cuales los campesinos se comprometen a vender sus cosechas a precios predeterminados a empresas de transformación o de comercialización.

En su intervención ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el Sr. De Schutter advierte que este tipo de acuerdos no pueden beneficiar a los pequeños productores a no ser que se cumplan una serie de condiciones: “el mundo en desarrollo es un mercado de compradores. Incluso cuando suben los precios de los alimentos, los campesinos apenas se benefician de esta subida debido a su escaso poder de negociación.”

“Firmar un contrato es una decisión individual, pero ¿qué alternativa les queda a los campesinos si solamente pueden acceder a los mercados a través de un único comprador dominante? ¿Qué beneficios puede aportar este tipo de acuerdos a los campesinos cuando el comprador puede dictar a su antojo las condiciones del contrato? Si no tienen cuidado, los campesinos acabaran como pobres jornaleros desprovistos de todo poder y labrando sus propias tierras” afirma el Relator.

El Relator Especial insiste en que un contrato justo debe incluir cláusulas de salvaguardia de precios mínimos, demostración visual de los estándares de calidad, el suministro de insumos a precios iguales a los del mercado, o incluso por debajo, mecanismos adecuados de resolución de conflictos y la posibilidad de reservar una parte de la cosecha para la subsistencia de la familia y de la comunidad. Además, se ha demostrado que casi siempre son los hombres los que toman la decisión de pasar de cultivos alimentarios a cultivos comerciales, explica el Sr. De Schutter, por lo que debemos prestar una atención especial a la cuestión del género a la hora de evaluar el impacto de la agricultura por contrato.

“Sin estas condiciones y procedimientos mínimos, se estará dejando la puerta abierta a que la producción se rechace sumariamente, a que la deuda de los campesinos aumente de manera exponencial, a que el trabajo se acabe subcontratando sine fine sin supervisión por parte de las autoridades, a que la seguridad alimentaria de una región se vea vapuleada por la producción de cultivos comerciales orientados hacia la exportación a expensas de todo lo demás.

“Estos acuerdos contractuales son extremadamente diversos y el diablo se esconde precisamente en los detalles. Por eso, es tarea de los Gobiernos examinar con lupa estos pormenores para asegurarse de que los campesinos no están siendo engañados”, afirma el Sr. De Schutter. “También resulta esencial que pongan a la disposición de los campesinos más servicios, mejor información y mayor capacitación.”

“Si los campesinos solo pueden acceder al conocimiento técnico, a los insumos, a los circuitos de distribución y a los mercados a través de los inversores, entonces estarán atrapados en un ciclo de dependencia extremadamente dañino,” advierte el Relator.

Cadenas de valores más igualitarias

No olvidemos que existen otros modelos de desarrollo que pueden proporcionar las ventajas de la agricultura por contrato evitando los inconvenientes. “Es vital que se anime a los campesinos a formar cooperativas y joint ventures, para que puedan unirse y acceder más fácilmente a los mercados”, afirma el Relator Especial. El Relator menciona como ejemplo de buenas prácticas en este ámbito la empresa MaliBiocarburant SA – donde los campesinos están representados en el Consejo de Administración y cultivan jatrofa para la producción de biodiesel consumido localmente.

La marca Divine Chocolate, una empresa basada en Londres, es otra fuente de inspiración de cómo crear cadenas de valores más igualitarias. La empresa es propiedad de los 68.000 productores de cacao de Ghana y otros proveedores de fondos y ya ha generado grandes ventajas para los campesinos: precios fijos, una prima de comercio justo, distribución de dividendos para los propietarios y un amplio programa de apoyo. Entre tanto, las experiencias en Belo Horizonte, Brasil, y Durban en Sudáfrica han demostrado los beneficios de reforzar los vínculos entre los productores locales y los consumidores urbanos.

“Estos son modelos de desarrollo que claramente pueden beneficiar a los pequeños productores. Por supuesto que también comportan riesgos, pero debemos empoderar a los campesinos para que puedan considerar otros modelos de negocios que les permitan participar en la cadena de valores”, declara el experto de la ONU. “Ante todo, debemos deshacernos de la camisa de fuerza que nos obliga a pensar que el desarrollo agrícola solo puede realizarse a través de inversiones a gran escala impuestas desde arriba hacia abajo. Con el respaldo y los incentivos adecuados, los campesinos pueden ser auténticos dueños de su propia transformación.”

(*) Para ver el informe completo pinche aquí: http://www.srfood.org/images/stories/pdf/officialreports/contract%20farming_es.pdf

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Olivier De Schutter fue nombrado Relator Especial sobre el derecho a la alimentación en mayo de 2008 por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Su labor no depende de ningún gobierno u organización. Para más información sobre el mandato y la labor del Relator Especial, consulte: http://www2.ohchr.org/english/issues/food/index.htm o www.srfood.org

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